Hoy
he escogido hablar del museo que podemos encontrar en Altamira, donde podemos
encontrar una Neo-Cueva debido a que
por causas de conservación la cueva original permanece cerrada al público
general, donde solo puede entrar personas experimentadas y dedicadas al estudio
de las magníficas pinturas prehistóricas que allí encontramos. En esta Neo-cueva
lo que encontramos es una representación, una copia, de la sala de los bueyes
de la cueva original, algo muy acertado en la actualidad.
Pero primero observemos que evolución histórica ha seguido el museo hasta llegar a
esta magnífica copia que llamamos Neo-cueva. Pues bien tras el interés que el
rey Alfonso XIII mostraría por la cueva en el año 1924, se creó una junta de
administración, creándose así el primer aparato colegiado de gestión del museo.
El primer museo que tenemos o que se llevaría a cabo sería una casa montañesa
sin más, donde se iría colocando todos los objetos que se hallaban durante la
excavación, para su exposición y
conservación.
Pero
surgió una necesidad cada vez mayor de recibir cada vez más visitantes, lo que
provocó que en la década de los años 60 se construyera un edificio al lado de
las cuevas, para su visita.
También
debemos mencionar el año 1973 como año importante, pues a causa de las visitas
masivas que recibía la cueva para admirar las pinturas, número que se elevaría
hasta los ciento setenta y cuatro mil visitantes, algo inaudito y
verdaderamente dañino para la conservación de la cueva, por el microclima que
allí se creaba. Este suceso provocó que en el año 1977, se cerrara
definitivamente la cueva al público general.
En
1979 el Ministerio de Cultura creó el conocido Museo Nacional y Centro de
Investigación de Altamira, para ayudar así a la correcta investigación y
conservación de las preciadas pinturas de Altamira.
Tendríamos
que esperar al 1982, para ver como las
Cuevas de Altamira abrían sus puertas de nuevo, pero con un régimen de visita
muy estricto, el cual solo deja pasar a unas ocho mil personas al año, esto es
así para ayudar a conservar la humedad estable y la conservación de las
pinturas sea óptima.
Ya
en el 2001 sería el momento donde se inauguraría el nuevo edificio para el
museo, el cual fue proyectado por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, el cual
vemos muy cercano a la cueva. Siempre pensado para la conservación y el
acercamiento de la misma al visitante.
El
museo que vemos hoy en día, está dividido en dos zonas: el museo en sí y esa
Neo-Cueva que mencionábamos al principio, donde podemos ver una réplica a
tamaño real de las pinturas, algo que nos ayuda bastante a hacernos una idea y
un sentimiento de lo que en la cueva original se encuentra. También podemos ver
una explicación de los trabajos que se realizan en la cueva, que realizan a
base de dioramas virtuales.
Bibliografía:
- LASHERAS, JOSÉ ANTONIO, El Museo de Altamira, Electa, Barcelona, D.L. 2003.
Bibliografía:
- LASHERAS, JOSÉ ANTONIO, El Museo de Altamira, Electa, Barcelona, D.L. 2003.
Firmado: Diego Alfageme Laín.
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